Pensadores Clásicos Siglo XVIII, XIX, XX

domingo, 8 de mayo de 2011

Realismo Clásico. Apuntes sobre Raymond Aron y Hans Morgenthau.

Texto: Raymond Aron, Paz y Guerra entre las naciones, Capitulo 5, Alianza, Madrid, 1985. 

Para Aron la política exterior es una política de poder. Aron parte del supuesto de que los Estados no reconocen ni árbitro ni ley superior a su voluntad y que, en consecuencia, deben su existencia y su 
seguridad más que a ellos mismos y sus aliados. 
Desde esta perspectiva adquiere relevancia la teoría del equilibrio. Aron
nos dice que se encuentra expresada en un texto de Hume. La fórmula más sencilla del equilibrio de poder entre los estados sostiene: 


"un Estado no debe poseer nunca fuerzas tales que los Estados vecinos se vean incapaces de defender sus 
derechos contra él".  


Según Aron la política del equilibrio obedece a una regla de sentido común y se deriva de la
prudencia necesaria para aquellos Estados que se preocupan de preservar su independencia y de no quedar
a merced de un estado que disponga de medios irresistibles.
De manera más sencilla, la política del equilibrio se reduce a una maniobra para impedir a un Estado
la acumulación de fuerzas superiores a las de sus rivales o aliados. Todo Estado si quiere preservare el
equilibrio, tomará posición en contra del estado  o de la coalición que parezca capaz de conseguir una
superioridad semejante.

Estos equilibrios pueden ser de dos tipos: Los multipolares y los bipolares.
Los modelos de política de equilibrio multipolares son aquellos en que los estados no son
extremadamente desiguales, y son relativamente numerosos. Por el otro lado en los sistemas de equilibrio
bipolares dos actores dominan la escena encabezado cada uno las coaliciones o bloques.
Equilibrio multipolar:  Como ya dijimos un sistema internacional multipolar está caracterizado por la
multiplicidad de Estados sin disparidad importante. El ejemplo más claro de este sistema es Francia
Alemania, Rusia, Inglaterra, Austria-Hungría e Italia en 1910.
Ahora bien los estados deben aplicar determinadas reglas para que este sistema funcione.

En primer lugar todos deben oponer a aceptar una monarquía universal. Por definición el enemigo
es el Estado que puede dominar a los demás. Incluso todo estado que ha obtenido ventaja de una guerra
automáticamente se transforma en sospechado para sus aliados.

Por este motivo las amistades y enemistados son  temporales. En función a este razonamiento el
Estados cuyas fuerzas aumente sufrirá la disidencia de determinado aliado.
Aron cita en línea de este razonamiento las seis reglas de Kaplan que según este autor se deben
seguir para preservar un sistema de equilibrio multipolar.

La regla número (1) dice que cada actor debe actuar en procura de incrementar sus capacidades
pero debe preferir la negociación al combate;
la regla (2) sostiene que el Estado debe combatir antes que
dejar pasar una ocasión de acrecentar sus capacidades;
La regla (3) dice que debe dejar de combatir antes
que eliminar un actor principal nacional;
la regla (4) dice que tiene que actuar de tal manera que se oponga a
toda coalición o actor individual que tienda a asumir  una posición de predominio con relación al resto del
sistema;
la (5) dice que debe actuar de manera que constriña a los actores a que suscriban un principio
supranacional de organización,
 la regla (6) dice que debe permitir a los actores nacionales vencidos a que
vuelvan a entrar en el sistema como miembros aceptables o por el contrario tiene que hacer entrar a un actor
anteriormente no esencial.

Según Aron de las seis reglas la número cuatro (4) anida el sentido puro de la política del equilibrio
para este tipo de sistema. Sin embargo el autor desliza varias críticas a este esquema de reglas racionales
para preservar el sistema.

En primer lugar Aron sostiene que es raro que en el incremento de sus capacidades los Estados no
estén a la vez modificando los recursos de sus aliados o sus rivales, como así también la actitud de estos
contra este.

Respecto a la regla de combatir antes que dejar pasar una ocasión de acrecentar sus capacidades,
Aron, sostiene que no es racional. ¿Qué quiere decir con esto? Para Aron la única vía racional de un estado
para ir a la guerra es cuando en la ecuación costo beneficio, en tanto los beneficios son mayores que los
costos. El argumento sólo de aumentar sus capacidades no justifica ir a la guerra.

Las reglas 3 y 6 tienden a contradecirse. Para Aron en un sistema multipolar, el hombre de Estado
duda en eliminar a uno de los principales actores, por cuanto elimina un actor del equilibrio pero a la vez si
igualmente aparecerá uno en su lugar, ¿Qué será mejor mantener el viejo o esperar el nuevo?
Por último Aron sostiene que de manera general estas reglas suponen un objetivo último y este es la
salvaguardia del equilibrio del sistema, la preocupación predominante de los Estados. Aron invoca a
Inglaterra como el único estados que ha actuado de esta manera durante un período de tiempo.
Para Aron estas reglas son extremadamente racionales y esconden como supuesto el hecho de que
los estados sólo obrarían con el fin de preservar el sistema de equilibrio multipolar.

Aron continúa, sosteniendo que los  estados estrictamente nacionales se consideran mutuamente
rivales, pero no enemigos mortales. Estas reglas  serían seguidas por actores perfectamente racionales
dentro de un sistema pluripolar ideal típico. Una conducta diplomática pura.
La crítica en este sentido de Aron apunta a sostener que si todo estado es un aliado posible para
otro. “Por lo cual el enemigo de hoy puede ser perdona en cuanto puede ser el aliado de mañana” no habría
razón de enfrentamiento y más aún deja de lado los sentimientos antagónicos que perduran luego de un
conflicto. No es posible que Alemania y Francia se alíen luego de una guerra.
Por ello la diplomacia del equilibrio no es consecuencia de una elección deliberada de los hombres
de Estados (estadistas), sino que resulta de las circunstancias, nos dice el autor. El equilibrio es resultado de
la prudencia antes que el bien común para el sistema.

La política del equilibrio bipolar:  Raymond Aron llama bipolar a una configuración tal de equilibrio de
fuerzas que la mayor parte de las unidades se agrupan alrededor de dos de ellas cuyas fuerzas sobrepasan
a las de las demás. El objetivo de los actores principales es el de no encontrarse a merced de un rival, pero como los

dos grandes dirigen el juego, los pequeños ni siquiera uniéndose pueden contrarrestar a uno solo de ellos.
Por ello el equilibrio aparece entre las coaliciones constituidas alrededor de cada uno de ellos.
El objetivo de cada coalición es el de impedir al otro la adquisición de medios superiores a los suyos.
En este sistema se distinguen tres actores principalmente: los jefes de las coaliciones, los estados que se
ven obligados a tomar partido y jurara fidelidad y aquellos estados que pueden y quieren permanecer fuera
del conflicto.

Los jefes deben estar atentos simultáneamente a evitar el incremento de poder del otro Grande y a
mantener la coherencia en su propia coalición. Por ello el jefe tiende a proteger a sus estados satélites,
asegurándole incluso ventajas económicas y a la vez mantiene la amenaza de sanciones sobre los disidentes
o traidores.
Está política del jefe de una coalición varia: al temeroso, protección; para quién no teme, ayuda
financiera. Sin embargo es común que el fuerte tienda a abusar de su fuerza y comienza con su largo período
de decadencia...

Dentro de las coaliciones, es bueno recordar, que  los celos entre los miembros no desaparecen.
Aquí el rol de los jefes se hacen importante, pues cada estado miembro mantiene interese desiguales.
Siendo el sistema una política de interés cada actor intentara dirigir la alianza en el sentido de sus propios
intereses. En cuanto a los estados que deciden  no-tomar partido, esto dependerá de la seguridad que
pueden alcanzar en soledad.  

Reflexiones:  Para Aron los sistemas multipolares y bipolares se diferencian en sus estados puros
solamente. En un sistema las alianzas son temporales (multipolar) en el otro son más duraderas (bipolar). En
un caso no se reconoce jefe alguno (M), mientras que en  el otro sí (B). En un sistema diversas unidades
aparecen fuera de las alianzas (M), mientas que  en el otro solo aquellos que puedan, los demás son
obligados a adherirse a uno u otro bloque (B). Y como última característica, en el sistema multipolar en
definitiva uno o dos actores terminan por predominar sobre los demás, si surge una guerra. Es decir que si
estalla una guerra en general la configuración multipolar tiende a simular una bipolar.
En cuanto a la inestabilidad de cada unos de los sistemas, Aron nos dice que no es ni más ni menos
inestable el sistema multipolar, pero que sin duda es más propenso un sistema bipolar a encarar una guerra
general.
Por ello el trazado de líneas de influencias donde cada jefe evita intervenir en el área de influencia
del otro para que un conflicto en la periferia desate una guerra de aniquilación. Cada uno inclusos evitara
incitar a la disidencia a los aliados del otro.
Algo que sobresale del texto de Aron respecto a  las disidencias es que éstas se evitan pues los
grandes rara vez tienen similares instituciones, sino que  se recrean preferencias respecto a cierto tipo de
instituciones en cada una de las coaliciones.
Luego Aron se sumerge en un análisis del equilibrio de poder en las ciudades griegas, donde
destaca puntos importantes como: "Cuando la superioridad de un estado jefe no es absoluta o aplastante se
ven arrastrados por sus aliados".
Haciendo un análisis de la historia, Aron, llega a la conclusión de que los sistemas multipolares
tienen un período de duración establecido. Por último Aron descree de las reglas que configuran sistemas de equilibrio entre Estados. No las ve como un factor racional, no es su objetivo primordial. Para el autor la única
regla universal y formal sostiene que cada actor se esfuerza por no quedar a merced de los otros. A partir de
allí actuará en consecuencia a las características del mapa: varios actores principales o dos que sobresalgan.




Realismo Clásico. Apuntes sobre Raymond Aron y Hans Morgenthau.
Lic. Ignacio Sanguinetti
Relaciones Internacionales y Comunicación
Dsiponible en: http://www.perio.unlp.edu.ar/relaciones_internacionales/realismoclasico.pdf

viernes, 29 de abril de 2011

Robert A. Dahl y la democracia

Biografía

Dahl nació en Estados Unidos en 1915. Se doctoró en filosofía en la Universidad de Yale y es docente en Ciencias Políticas en la misma universidad. Sus fuentes intelectuales son -entre otros autores- Locke, Bentham y John Stuart Mill. Su principal tema de análisis es el funcionamiento de la democracia, y entre las reflexiones políticas, suele ser identificado con la investigación sobre la poliarquía, un término recurrente en su bibliografía.
Entre sus temas de interés se cuentan el funcionamiento de la ciudadanía para evitar la tiranía de sus gobernantes; la guerra como posibilidad; la tortura y otras formas de control social, entre ellas, la formación de policía secreta. Con  el libro “La democracia y sus críticas”, Dahl obtuvo el premio de la Asociación Americana de Ciencias Políticas en 1990.
Robert Dahl es un permanente crítico de la democracia como se la concibe en occidente, ya que desde su punto de vista el triunfo del sistema democrático en Norteamérica se realizó a cuestas de la creciente inequidad en los países occidentales. Dahl sugiere, a través de un análisis histórico de la democracia, que el mercado capitalista es un arma de doble filo: aunque defiende muchos elementos de la democracia, critica el capitalismo de mercado, que genera inequidades económicas y demanda, a su vez, regulación por parte de la democracia. Sin embargo, el autor sostiene que la democracia ha demostrado que es el régimen político que mejor garantiza los derechos individuales. Desde su punto de vista, las peores atrocidades del siglo XX han estado a  cargo de líderes no democráticos, y por lo tanto la democracia sigue siendo el mejor sistema.
En “Prefacio a la teoría democrática”, Dahl analiza la democracia madisonia, la democracia populista y la democracia poliarcal. En la democracia madisonia, el axioma es una república no tiránica. Para ello es necesario un control externo, puesto que de no existir ninguno, tanto las minorías como las mayorías pueden tiranizar al resto. Lo interesante de la reflexión madisonia es la afirmación de que la frecuencia de las elecciones no garantiza un control externo a los abusos de poder.
Citando a Rousseau, Jefferson y Tocqueville, Dahl analiza la democracia populista a partir de la noción de contrato social (primera ley que emana de la naturaleza humana para la convivencia pacífica). La esencia del gobierno democrático, dice Tocqueville, es la absoluta soberanía de la mayoría. La democracia puede ser definida como tal solo si se basa en la igualdad política y la soberanía popular para elegir.
La poliarquía es el sistema de maximización de los objetivos democráticos. Para la satisfacción de estos objetivos, la democracia en su versión de poliarquía se basa en la capacidad de esta de minimizar la coerción al tiempo que se maximiza el consenso, en base a valores como la felicidad, la justicia y la libertad.


La democracia de Dahl

El pensamiento de Dahl, era que el valor de la justicia contribuye al proceso democrático. Empezó a desarrollar su pensamiento inclinandose a la democracia a consecuencia del desarrollo de la guerra fría, donde concebía el conflicto entre dos cosmovisiones, y que los defensores de la sociedad occidental se encontraban en la necesidad de resolver el problema de controlar los líderes gubernamentales, para evitar que la sociedad civil caiga en la tiranía. Su inpirador intelectural fue la corriente marxista el cual le sirvio como un interlocutor para el debate teórico del pluralismo, donde extrajo dos ejes principales:
1.- La relación entre el estado y la sociedad y 2.- El problema de la estructura de poder en la sociedad norteamericana. Who Governs?

Dahl consideraba la Democracia como el sistema político ideal, la Poliarquía era la deformación de la Democracia.
El concebía la democracia como un mecanismo, o proceso de toma de decisiones, para que un determinado número de individuos tome decisiones colectivas, de esta manera el señala que la democracia es una cuestión de igualdad de derechos participativos.
Dahl señala que para que el orden democrático se cumpla tiene que seguir este orden:
1.- Que cada miembro exprese su preferencia, que vote. 
2.- Que influya por igual cada preferencia.
3.- Que los individuos puedan insertar y elegir la opción preferida.
4.- Que todos los individuos posean la misma información.
5.- Que las alternativas con mayor votación desplacen a otras.
6.- Que se ejecuten las órdenes de los representantes designados.
7.- Que todas las elecciones que realicen cumplan con estas siete condiciones.

También nos habla la contraparte de la Democracia, la Poliarquía que esta lejos de ser como el sistema política ideal, es el fin de la historia política de la sociedad, es la Democracia imperfecta, se basa de instituciones necesaria para el funcionamiento de un proceso democrático pero que el objetivo real se desvía para intereses personales. La poliarquía es el control del liderazgo político, un  pluralismo corporativo.

Para evitar una deformación de la Democracia y llevarla a su correcta construcción y desarrollo, propone presupuestos para dar una resolución:

Conjunto de personas constituye la asociación. · Estas decisiones colectivas obligatorias implican dos etapas:
· Las decisiones colectivas obligatorias deben ser tomadas solamente por personas que están sujetas a ellas.
· Un principio débil de igualdad: el bien de cada persona merece igual consideración.
 · Un principio de libertad: cada persona es juez de sus propios intereses.
· Un principio fuerte de igualdad
· Un principio elemental de justicia.

Y también propone una serie de criterios:

· Participación efectiva
 · Igualdad de los votos en la etapa decisoria
· Comprensión esclarecida
· Control del programa de acción
· Inclusividad
· Funcionarios electos
· Elecciones libres e imparciales
· Sufragio inclusivo
· Derecho a ocupar cargos públicos
· Libertad de expresión
· Variedad de fuentes de información
·  Autonomía asociativa.

De igual forma menciona las Poliarquías contemporáneas se encuentran bajo de los cambios de establecimiento de un régimen democrático, así como un cambio de estructuras y conciencia social, la Democracia señala en su último libro Democracy and Its Critics (1989) es un proceso histórico para la ampliación de derechos civiles y políticos.

Bibliografía
Leiras, Santiago y Malamud, Andrés (1994). “La evolución de la idea democrática en el pensamiento de Robert Dahl”, en Pinto, Julio (comp.) La democracia en el pensamiento contemporáneo, tomo I, Buenos Aires: CEAL , pp. 108-126            

En línea:
La evolución de la idea democrática en el pensamiento de Robert Dahl, de Leiras, Santiago y Malamud, Andrés.

viernes, 22 de abril de 2011

Los 14 puntos de Woodrow Wilson

Thomas Woodrow Wilson
28.º presidente de los Estados Unidos de América (Taunton, Virginia, 1856 - Washington, 1924). Hijo de un pastor protestante, estudió en la Universidad de Princeton, en donde más tarde trabajó como profesor de Derecho Constitucional (desde 1890) y llegó a ser rector (1902-10).
Vinculado al Partido Demócrata, pasó luego a la política y fue gobernador de Nueva Jersey en 1911-12; si sus reformas pedagógicas habían hecho de Princeton una universidad modélica, sus reformas políticas y sociales en Nueva Jersey llamaron suficientemente la atención como para convertirle en candidato a la presidencia para terminar con un largo periodo de hegemonía política republicana.
En las elecciones presidenciales de 1912 obtuvo una abrumadora mayoría, favorecida por la división del voto republicano entre las candidaturas de Theodore Roosevelt y Taft (sería reelegido en 1916). Durante sus dos mandatos como presidente (1913-21) llevó adelante el programa de la Nueva Libertad, consistente en reforzar la intervención del poder central en apoyo de la democracia: reorganizó el sistema bancario americano con la creación de un banco central (la Reserva Federal, en 1913), creó un impuesto federal progresivo sobre la renta personal, introdujo la elección directa de los senadores por sufragio universal, extendió el derecho de voto a las mujeres, empleó la fuerza del Estado para luchar contra los monopolios y trató de frenar el consumo de alcohol con la ley seca.
Pero fue en la política exterior en la que hubo de asumir los mayores retos. Ante los ataques de que era objeto el suroeste de los Estados Unidos por parte de Pancho Villa, envió una expedición militar a México en 1916, aunque no consiguió capturarle.
Hasta entonces, Wilson había mantenido la neutralidad de los Estados Unidos en la Gran Guerra europea declarada en 1914, continuando de esta forma la tradicional política exterior aislacionista del país; en la campaña electoral de 1916 utilizó profusamente la neutralidad como argumento. Sin embargo, en 1917 se vio obligado a romper sus promesas de neutralidad, ante los ataques submarinos alemanes a la navegación en el Atlántico y el temor a una alianza de México con Alemania para arrebatar territorios a los Estados Unidos (plan descubierto por el Telegrama de Zimmermann).
Los Estados Unidos entraron en la Primera Guerra Mundial (1914-18) como aliados de Gran Bretaña y Francia, con un sentido de cruzada mundial por la libertad contra los regímenes anacrónicos y opresivos de Alemania y Austria-Hungría; con su peso industrial y militar contribuyeron a desequilibrar la contienda en favor de los aliados, al tiempo que demostraban su condición de gran potencia.
En 1918 el presidente Wilson formuló un programa de 14 puntos que debían inspirar los tratados de paz y el orden de la posguerra: un programa intensamente moral, democrático y pacifista, que preveía la abolición de la diplomacia secreta, la libertad de navegación en todos los mares, la reducción de armamentos, la liberalización del comercio y la constitución de una Sociedad de Naciones que garantizara el arreglo pacífico de los conflictos. Para solucionar los contenciosos fronterizos, Wilson proponía aplicar de forma general el principio de las nacionalidades, dando la independencia a los pueblos con identidad cultural propia que habían estado sometidos al Imperio Austro-Húngaro, al Imperio Otomano o al Imperio Ruso.
Pero, terminada la guerra, Wilson se trasladó a Europa para participar en la Conferencia de Paz de París (1919) y allí descubrió la realidad de la política internacional, marcada por el revanchismo y las ambiciones territoriales de los vencedores. Decepcionado por los compromisos que se vio obligado a aceptar, regresó a Estados Unidos sin otro éxito significativo que el de haber conseguido que se creara la Sociedad de Naciones.
Por entonces, además, la oposición republicana había obtenido la mayoría en el Congreso y desde allí expresaría su desaprobación a la política de Wilson. El Senado se negó a ratificar el Tratado de Paz de Versalles e impuso de nuevo el aislacionismo, rechazando el ingreso en la Sociedad de Naciones que había contribuido a crear su presidente. Wilson lanzó una campaña para ganarse el apoyo de la opinión pública, pero un colapso le apartó de la actividad política, dejándole inválido para el resto de su mandato. En 1919 recibió el Premio Nobel de la Paz.

Los 14 Puntos de Wilson



A finales de la "Gran Guerra", Woodrow Wilson da un discurso el 8 de enero de 1918, ante el Congreso de Estados Unidos para llamar a las naciones europeas y acabar con el fuego, este discurso es conocido como los 14 puntos, como propuesta para alcanzar la paz perpetua:
  1. Convenios abiertos y no diplomacia secreta en el futuro.
  2. Absoluta libertad de navegación en la paz y en la guerra fuera de las aguas jurisdiccionales, excepto cuando los mares quedasen cerrados por un acuerdo internacional.
  3. Desaparición, tanto como sea posible, de las barreras económicas.
  4. Garantías adecuadas para la reducción de los armamentos nacionales.
  5. Reajuste, absolutamente imparcial, de las reclamaciones coloniales, de tal manera que los intereses de los pueblos merezcan igual consideración que las aspiraciones de los gobiernos, cuyo fundamento habrá de ser determinado, es decir, el derecho a la autodeterminación de los pueblos.
  6. Evacuación de todo el territorio ruso, dándose a Rusia plena oportunidad para su propio desarrollo con la ayuda de las potencias.
  7. Plena restauración de Bélgica en su completa y libre soberanía.
  8. Liberación de todo el territorio francés y reparación de los perjuicios causados por Prusia en 1871.
  9. Reajuste de las fronteras italianas de acuerdo con el principio de la nacionalidad.
  10. Oportunidad para un desarrollo autónomo de los pueblos del Imperio austrohúngaro.
  11. Evacuación de Rumanía, Serbia y Montenegro, concesión de un acceso al mar a Serbia y arreglo de las relaciones entre los estados balcánicos de acuerdo con sus sentimientos y el principio de nacionalidad.
  12. Seguridad de desarrollo autónomo de las nacionalidades no turcas del Imperio otomano, y el Estrecho de los Dardanelos libres para toda clase de barcos.
  13. Declarar a Polonia como un estado independiente, que además tenga acceso al mar.
  14. La creación de una asociación general de naciones, a constituir mediante pactos específicos con el propósito de garantizar mutuamente la independencia política y la integridad territorial, tanto de los Estados grandes como de los pequeños.


Telegrama Zimmerman el motivo de la entrada de EUA a la primera guerra mundial


Biografía de Arthur Zimmermann




Diplomático alemán (Magrabowa, Prusia Oriental, 1864 - Berlín, 1940). Aunque sin ocupar aún cargos políticos de importancia, contribuyó a tomar la decisión alemana de apoyar al Imperio Austro-Húngaro en su conflicto con Serbia, que condujo a la generalización de la Primera Guerra Mundial (1914-18).
Posteriormente, en plena contienda, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores (1916-17) como un decidido partidario de la estrategia de guerra submarina ilimitada que preconizaba el Alto Estado Mayor. El principal riesgo de aquella estrategia era que provocara la intervención de Estados Unidos contra Alemania; y para conjurar ese peligro, Zimmermann ideó una alianza con México y Japón que mantuviera a las fuerzas estadounidenses ocupadas lejos de Europa.
En 1917 dirigió un telegrama secreto a su embajador en México, autorizándole para proponer dicho acuerdo al presidente Carranza, con el señuelo de que la entrada de México en la guerra le permitiría recuperar los vastos territorios del suroeste de los Estados Unidos, perdidos durante la guerra de 1846-48 (Texas, Nuevo México y Arizona).

El Telegrama de Zimmermann

El 19 de Enero de 1917, el Servicio Secreto norteamericano interceptó un mensaje que se enviaba desde Berlín con destino a Méjico. Un mensaje que desencadenaría en uno de los momento más trascendentes de la Primera Guerra Mundial.
El telegrama Zimmermann decía: "El Primero de Febrero nos proponemos dar comienzo a la guerra submarina sin restricción. Alemania propone a Méjico una alianza contra los EE.UU. en la cual será invitado a participar el Japón, y que, en el caso de victoria, obtendrá como premio una importante anexión territorial".
El telegrama mostraba bien a las claras la intención de incluir a USA entre los enemigos de Alemania. En ese momento el Presidente Wilson no perdió un segundo en hablar con los sectores que mantenían la idea de que su nación permaneciera neutral ante el conflicto y el 3 de Febrero de 1917 rompió oficialmente relaciones diplomáticas con Alemania, previo paso a su intervención.

Revolución rusa de 1917 (octubre)

Primera Parte
Segunda Parte
Es importante mencionar que los principales ideales que influyeron al desarrollo de la Revolución Rusa, fueron los ideales de Karl Marx, con su doctrina del Marxismo, donde lo desarrollo en dos de sus principales obras : El Kapital y Manifiesto del Partido Comunista.

De igual forma los ideales de Lenin, que se verá en otro apartado.


Karl Marx, Biografía (síntesis)



Pensador socialista y activista revolucionario de origen alemán (Tréveris, Prusia occidental, 1818 - Londres, 1883). Karl Marx procedía de una familia judía de clase media (su padre era un abogado convertido recientemente al luteranismo). Estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena, doctorándose en Filosofía por esta última en 1841.
Desde esa época, el pensamiento de Marx quedaría asentado sobre la dialéctica de Hegel, si bien sustituyó el idealismo de éste por una concepción materialista, según la cual las fuerzas económicas constituyen la infraestructura que determina en última instancia los fenómenos «superestructurales» del orden social, político y cultural.
En 1843 se casó con Jenny von Westphalen, cuyo padre inició a Marx en el interés por las doctrinas racionalistas de la Revolución francesa y por los primeros pensadores socialistas. Convertido en un demócrata radical, Marx trabajó algún tiempo como profesor y periodista; pero sus ideas políticas le obligaron a dejar Alemania e instalarse en París (1843).
Por entonces estableció una duradera amistad con Friedrich Engels, que se plasmaría en la estrecha colaboración intelectual y política de ambos. Fue expulsado de Francia en 1845 y se refugió en Bruselas; por fin, tras una breve estancia en Colonia para apoyar las tendencias radicales presentes en la Revolución alemana de 1848, pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló desde 1849 la mayor parte de su obra escrita. Su dedicación a la causa del socialismo le hizo sufrir grandes dificultades materiales, superadas gracias a la ayuda económica de Engels.
Marx partió de la crítica a los socialistas anteriores, a los que calificó de «utópicos», si bien tomó de ellos muchos elementos de su pensamiento (de autores como Saint-Simon, Owen o Fourier); tales pensadores se habían limitado a imaginar cómo podría ser la sociedad perfecta del futuro y a esperar que su implantación resultara del convencimiento general y del ejemplo de unas pocas comunidades modélicas.
Por el contrario, Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la Revolución (y no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) serían la forma de acabar con la civilización burguesa.
En 1848, a petición de una Liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes alemanes, Marx y Engels plasmaron tales ideas en el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria situado en el contexto de las revoluciones europeas de 1848.
Posteriormente, durante su estancia en Inglaterra, Marx profundizó en el estudio de la economía política clásica y, apoyándose fundamentalmente en el modelo de David Ricardo, construyó su propia doctrina económica, que plasmó en El Capital; de esa obra monumental sólo llegó a publicar el primer volumen (1867), mientras que los dos restantes los editaría después de su muerte su amigo Engels, poniendo en orden los manuscritos preparados por Marx.

El Marxismo y su contribución para el desarrollo de la Revolución Rusa y las Revoluciones Contemporáneas (síntesis)

Karl Marx se basó en el razonamiento científico para explicar la realidad, propuso una nueva doctrina económica, social y política, es decir, un nuevo modelo de convivencia social, configurando la superestructura; y mediante la dialéctica une la mayoría, aplicando su razonamiento, y así alcanzar su modelo ideal, como consecuencia este ideal ha   transcendido, para impulsar, estimular y desatar revoluciones, como la Revolución Rusa de 1917 y la seria de revoluciones contemporáneas, que influyo en el siglo XIX y XX en Latinoamerica, como la Revolución de Cuba.

Karl Marx, nos habla en sus obras de conceptos y teorías que influye mucho en las revoluciones contemporáneas, y que también influyó para que el proletariado tome sus armas y vaya en contra de la burguesía; en el Kapital de Karl Marx(1994), nos habla sobre un nuevo modo de producción que ha nacido de la creación de las máquinas, este es el capitalismo, de aquí surgen dos clases, el dueño de las maquinas: el capitalista; y el que se encarga que trabaje la maquina: el trabajador asalariado. De esta relación Marx descubre que la riqueza no se genera en el comercio, como varios teóricos habían asegurado, si no se genera en la plusvalía, “La fórmula completa de este proceso es por tanto: D – M – D’, donde D’ = D + Δ D, o lo que es lo mismo igual a la suma de dinero primeramente desembolsada más un incremento. Este incremento o excedente que queda después de cubrir el valor primitivo es lo que yo llamo plusvalía (surplus value).” (Marx,1994: 97), esto quiere decir que la plusvalía se genera de la explotación del obrero, el capitalista tiene que pagar la mano de obra, supongamos que en un día el trabajador produce en 4 horas la cantidad necesaria para recibir su salario y cubrir sus necesidades básicas, pero para recibirlo el acuerdo esta en que trabaje 12 horas diarias, esas 8 horas que trabaja demás el obrero, se produce más mercancía, esas 8 horas no son remuneradas, de ahí la riqueza del capitalista, de la explotación del trabajador, y de la mercancía demás que fue producida sin costo alguno. Así que este hecho produjo la inconformidad de los obreros, porque se les privaba de su libertad y Marx propuso un nuevo sistema, donde debería de desaparecer una de las dos clases y dominar uno para que todos sean iguales, para que las riquezas sean comunes y nadie tenga más que otro, un sistema donde puedan interactuar en una sociedad más pacífica, este es: el socialismo. Marx desmembraba el estado y las injusticias por parte de los capitalistas, los desenmascara e ínsita a la población a defender sus derechos “Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución Comunista. Los proletarios no tienen con ella nada que perder más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. ¡Proletarios de todos los países, uníos!” (Marx, 1999: 58), así que Marx cuestionaba, proponía, unía, pensaba y además aplicaba. La lucha de dos clases, el concepto de capitalismo, el de plusvalía, sus ideales basados en el razonamiento científico, el desarrollo del materialismo dialéctico e histórico, en sí, el conjunto de todos sus ideales, el marxismo, ha transcendido y ha provocado una gran serie de revoluciones.

Bibliografía

BOTELLA, Juan (et. al). El pensamiento político en sus textos: de Platón a Marx, Tecnos, Madrid, 1998, pp. 424-454 
MARX, C. (1994). El Capital, México: Quinto Sol.
  MARX, C., Engels F. (1999). El manifiesto del partido comunista, México: Quinto Sol.



La primera guerra mundial y sus ideologias

Estos videos hablan sobre la primera guerra mundial, y en los ideales que surgieron debido a este suceso y de igual forma los ideales en que influyerona que se desatára la Gran guerra.

Primera Parte

Segunda Parte

Tercera Parte

Cuarta Parte

Despotismo Ilustrado






EL DESPOTISMO ILUSTRADO

La influencia de la Ilustración hizo que los monarcas europeos sin dejar de gobernar
de manera absoluta, trataran de adaptarse a los nuevos tiempos, aplicando mejoras a
las formas de gobierno que repercuten en la mejora de vida de sus súbditos.

CARACTERÍSTICAS

El objetivo del Despotismo Ilustrado es reforzar el poder del Estado buscando el bienestar de los habitantes del país. Los monarcas  se vuelven más tolerantes en materia religiosa, suprimen algunos privi-legios de la nobleza y llegan en algunos  lugares a abolir la servidumbre.

El lema del Despotismo Ilustrado  "TODO PARA EL PUEBLO PERO SIN EL
PUEBLO" viene a resumir perfectamente la forma de actuar de estos monarcas. Las
reformas las realizan sin consultar a los súbditos  ni a las clases dirigentes, son  impuestas por el rey.

EL DESPOTISMO ILUSTRADO EN ESPAÑA.

 En el siglo XVIII una nueva familia reinante llega al país y como otros monarcas de
la época también sufrirá la influencias de la Ilustración.

LOS BORBONES EN ESPAÑA.

 A principios del siglo XVIII tuvo lugar la guerra de Sucesión a la corona española.
En ella se enfrentaron el candidato francés, Felipe,  duque de Anjou y nieto de Luis
XIV, y el archiduque Carlos de Austria.

Esta guerra tuvo una doble vertiente:  Por un lado fue una guerra civil porque enfrentó a los partidarios del candidato francés (La Corona de Castilla) contra los del austriaco (La Corona de Aragón), y por
otra, tuvo implicaciones internacionales, pues convirtió la península en un campo de
batalla en el que se dilucidaba la supremacía europea de Francia, que finalmente
quedó truncada por la acción de Inglaterra que apoyó al candidato austriaco.
 La firma del tratado de Utrecht significó la retirada de la guerra de Inglaterra con lo
que la victoria fue conseguida por el candidato francés  que con el nombre de Felipe V
inicia una nueva monarquía, la Casa de Borbón.

Con el nuevo monarca llegan a la península las ideas centralistas y absolutistas del
Rey Sol de manera que va a desaparecer la estructuración  de los reinos de la época de los reyes de la Casa de Austria.

LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA (1709,1716)

 Tras su proclamación, Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta por el que
los reinos de España se unificaban en sus leyes y costumbres, pasando todos a
gobernarse por las leyes de Castilla.
 Eso significaba que Aragón, Cataluña y Mallorca, al haber perdido la guerra,
perdían sus fueros, leyes y costumbres. Sólo Vascongadas y Navarra mantuvieron sus
privilegios por haber apoyado a Felipe V.
 Poco a poco fueron suprimidas las aduanas interiores, se permitió a los no
castellanos el comercio con América y se estructuró la administración local y provincial
de acuerdo con el modelo francés.

Musica en el siglo XIX

Siglo XIX, hermosa epoca que dejo de legado al mundo a artistas como Frederich Chopin, Franz Liszt, Robert Schumman, Franz Schubert,  entre otros. La musica en el siglo XIX, asi como en cualquier epoca, fue influenciada por los  acontecimientos políticos, ideológicos y dogmas prevalecientes en aquellos tiempos..

Las composiciones en algunas ocasiones y en contados trabajos fueron a la par con los acontecimientos de la historia de occidente , claro ejemplo en Frederich Chopin, polaco de nacimiento  y a la vez francés por adopción, sufrio fuera de su pais la sublevacion de Polonia ante la Rusia zarista y su inevitable derrota, sus desesperación quedo inmortalizada en trabajos como el Estudio Op. 28 No 12 el llamado "revolucionario", que reflejan el desespero y la impotencia de un pais bajo yugo extranjero.

Los compositores a diferencia de nuestros tiempos se dedicaban a la música por talento nato, sin esperar fama y riqueza -aunque no iba peleado con ellas- los compositores trabajaban por inspiracion, de forma natural y no buscando producir para generar ingresos, es por eso que muy pocas piezas y obras del siglo romantico son superfluas y sin falta de contenido, cada pieza expresa o exalta alguna emocion, nos trae a la mente paisajes de naturaleza divina y de una pureza sin igual.

Los compositores no trabajan para ninguna empresa discografica como ahora, su financiamiento en caso de que lo necesitaran -la mayoria- para componer provenia de la nobleza: reyes, archiduques, etc.

La magnitud de las obras creadas en el siglo XIX sigue marcando hermosos momentos y es vista como la ultima era de musica pura, la consecuente revolucion tecnologica e ideologica de la era contemporanea ha significado un cambio radical en el mundo musical, pero cada epoca es diferente y unica.

jueves, 31 de marzo de 2011

Revolucion Francesa

El inicio del fin de la era monarquica
El siglo XVIII trajo consigo una de los eventos mas relevantes y trascendentes en la historia de las formas de gobierno para la era moderna, en  Francia en 1789  ideologias de la ilustracion lideradas por Robespierre, Rousseau, y con bases en los pensamientos racionalsitas de Kant y politicos de Montesquieu , harian explosion de Europa hacia el mundo, la manera en que la sociedad se relacionaria con sus gobernantes cambiaría radicalmente.

Hasta 1789, la monarquía era la forma de gobierno que se ejercía con preponderancia en el mundo occidental, las monarquías después de la revolución sufrirían una transición hacia un nuevo modelo de gobierno: La Republica, la francesa seria la primera en surgir dadas las circunstancias.

La ilustracion fue una era de explosion en las ideas, del despertar de los hombres a la razon, de su llegada a la mayoria de edad como nos menciona Immanuel Kant en su texto ¿que es la ilustracion?, en ese momento llegaba a su fin esa era de oscuridad que habia reinado por tanto tiempo en occidente, la llamada edad media o al menos sus fundamentos ideologicos y politicos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Que es la ilustracion? de Immanuel Kant




¿Qué es Ilustración?
   
La ilustración es la salida del hombre  de su minoría de edad. El mismo es 
culpable de ella. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del  propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta 
minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de  decisión y ánimo para servirse con   independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de 
servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.  


La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde 
tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con 
gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso 
les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de 
edad! Si tengo un libro que piensa  por mí, un pastor que reemplaza mi 
conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, 
no necesitaré del propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de 
pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los 
hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el 
paso a la mayoría de edad, fuera de  ser penoso, aquellos tutores ya se han 
cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. 
Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas 
pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera  de las andaderas en que 
están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar 
solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas 
caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por 
lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer 
semejante experiencia.  


Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi 
convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento 
es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le 
deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad 
están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso 
racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a 
los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un 
inseguro salto por encima de alguna  estrechísima zanja. Por eso, sólo son 
pocos los que, por esfuerzo  del propio espíritu, logran salir de la minoría de 
edad y andar, sin embargo, con seguro paso. 











Kant, Immanuel. ¿Qué es la ilustración?: y otros escritos de ética, política y ilosofía de la historia / Madrid:Alianza Editorial,   2004.

domingo, 27 de febrero de 2011

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Nació en Stuttgart en 1770. Estudió en el Seminario de Tubinga con Hólderlin
y Schelling. Posteriormente residió en Berna, Francfort, Jena y Núremberg.
En 1816 fue nombrado catedrático de filosofía en Heidelberg y en 1818 sucedióa Fichte como catedrático de filosofía en la universidad de Berlín, ciudad en que murió en 1831. Sus obras más importantes son Fenomenología del espíritu (1807), Ciencia de la lógica (1812), Enciclopedia de las Ciencias filosóficas (1817) y Principios de la Filosofía del Derecho (1821). Posteriormente aparecieron recopiladas por sus alumnos a través de apuntes Filosofía de la Historia, Historia de la Filosofía y Filosofía de la Religión.



I. LA FILOSOFÍA DEL DERECHO

La Constitución de Alemania, escrita hacia 1801, es el primer intento de
Hegel de dar una definición viable del Estado, que pudiera afrontar el impacto
radical de las guerras revolucionarias francesas sobre el sistema político tradicional
de Alemania. Estos puntos de vista fueron sistematizados en la obra que
contiene el núcleo de su pensamiento político: Principios de la Filosofía del Derecho.
La ciencia filosófica del derecho tiene por objeto la idea del derecho, y la
idea del derecho es la libertad. La libertad no es un simple predicado de la voluntad,
sino su esencia.

La filosofía hegeliana del derecho se divide en tres partes: derecho abstracto,
moralidad y eticidad.

Para Hegel, las relaciones entre el individuo y la sociedad se hallan en su
inicio reguladas por el derecho abstracto. Este derecho contiene prescripciones
de su índole jurídica por cuanto que el sujeto considera a sus interlocutores
como iguales, titulares de los mismos derechos que él mismo. Sin embargo,
se trata de un derecho abstracto porque sus normas se limitan a intentar garantizar
la convivencia, sin atender a la voluntad interna de los sujetos de derecho.
En este primer estadio, el hombre realiza su libertad a través de la propiedad,
inicialmente, el hombre ha expresado su libertad utilizando las cosas y,
todavía más, apropiándoselas efectivamente, encarnando su voluntad en ellas.

No obstante, la apropiación ha dado como resultado la mera posesión. Pero
esa posesión deviene propiedad si se hace objetiva tanto para otros individuos
como para el tenedor efectivo, desde entonces propietario. La propiedad, entonces,
no aparece como una relación entre el hombre y las cosas, sino como
mediación necesaria para conseguir ser reconocido por los demás hombres en
el mundo objetivo.

Fundamentada la persona a través de la apropiación (propiedad) como sujeto
de derechos, es necesario determinar sus límites y establecer un instrumento
legítimo de relación interpersonal. Ese instrumento es el contrato, que establece
el marco en que la posesión es reconocida por el otro y se convierte, por
tanto, en propiedad legítima. Soy propietario en la medida en que respeto la
propiedad de los demás y, por ende, los demás respetan la mía.
 
LOS CARACTERES PRINCIPALES DEL ESTADO
 
Para Hegel, la Constitución es una realidad viviente e histórica que emana
de la eticidad del Estado y no un texto redactado tras deliberaciones, discusiones
y voto, va sea del pueblo o de sus representantes. En última instancia, la
Constitución se refiere al mismo pueblo; el Estado debe entenderse como «espíritu
de un pueblo» y «cada pueblo tiene la Constitución que es adecuada a él y
la que le corresponde»: Para ilustrar su tesis, menciona el intento frustrado de
Napoleón de dar a los españoles una Constitución, que fue rechazada por éstos
porque, aunque era más racional que lo que tenían antes, les parecía algo ajeno.
En esta valoración de las vicisitudes, rasgos e historia de cada pueblo, Hegel
parece recordarnos las teorías de Burke.

Para Hegel, la soberanía pertenece al Estado, no al pueblo,  
y se proyecta en
la figura del monarca: «El sentido más usual en el que se ha comenzado a hablar en los últimos tiempos de soberanía del pueblo es el que la opone a la soberanía existente en el monarca. Tomada en esta contraposición, la soberanía del pueblo es uno de los tantos conceptos confusos El pueblo, tomado sin sus
monarcas y sin la articulación del todo, que se vincula necesaria e inmediatamente
con ellos, es una masa carente deforma, que no constituye ya un estado y
a la que no le corresponde ninguna de las determinaciones que únicamente existen
en un todo formado y organizado: soberanía, gobierno, tribunales, clases,
etc.», y añade: «en el pueblo [...] que se piense como una verdadera totalidad
orgánica, desarrollada en sí misma, la soberanía existe como personalidad del
todo y ésta, en la realidad que corresponde a su concepto, en la persona del monarca
».

Hegel defiende —con «reverencia mística», en opinión de Sabine— una monarquía,
que será hereditaria no por considerar indiscutible el derecho de sucesión,
sino porque es racional. Aceptar la monarquía electiva supondría «una entrega
del poder del Estado a la discreción de la voluntad particular» con el
consiguiente «debilitamiento y pérdida de la soberanía del Estado».

Hegel presenta una división de poderes con dos correcciones esenciales
. En
primer lugar, no acepta el concepto de separación, que considera que conduciría
inmediatamente a la desintegración del Estado.
En segundo, su clasificación difiere de la clásica, porque tiene un distinto principio organizativo.
Para él, el Estado se divide en «las siguientes diferencias sustanciales:
a) el poder de determinar
y establecer lo universal: el poder legislativo;
b) la subsunción de las
esferas particulares y los casos individuales bajo lo universal: el poder gubernativo;
c) la subjetividad como decisión última de la voluntad: el poder del príncipe.
En él se reúnen los diferentes poderes en una unidad individual, que es por
tanto la culminación y el comienzo del todo, y constituye la monarquía constitucional.
»
Para Hegel hay coincidencia en las competencias pero no en los sujetos. El
rey y el gobierno también forman parte del legislativo. En cuanto al poder judicial,
no existe propiamente en la esfera política, puesto que la administración de
justicia corresponde a la sociedad civil.

sábado, 26 de febrero de 2011

Kant y el contractualismo - Segunda Parte


2. Aproximaciones al derecho y la moral

Uno de los puntos más cruciales del pensamiento de Kant es ciertamente la
relación entre la moral y el derecho, relación que ha suscitado innumerables reflexiones
por parte de un gran número de especialistas abocados al pensamiento kantiano.

En líneas generales podemos trazar dos perspectivas.

La primera acentúa la disociación entre la moral y el derecho, sobre todo desde
una lectura liberal, sensible a fijarle límites al Estado con respecto a su intromisión
en asuntos de moral y bienestar general de los individuos. Para esta perspectiva,
Kant tendría el mérito de haber concebido al derecho desde una esfera de
autonomía, tanto como Maquiavelo lo hizo con respecto a la política. Como bien
lo señala Terra (Terra, 1995), en la especulación en distinguir el derecho de la moral
estaba implícita la cuestión de la naturaleza y los límites de la actividad política
con respecto al individuo. De esta forma el liberalismo encontraría en Kant
su forma jurídica, tal como habría encontrado en Locke y Smith su forma política
y económica respectivamente.

La segunda se contrapondría a la primera al poner énfasis en la vinculación
entre la moral y el derecho. Esta perspectiva parte de un concepto de ética más
amplio, es decir como doctrina de las costumbres , y como tal abarcaría tanto al
derecho como a la ética en sentido estricto, es decir, como teoría de la virtud.

Creemos que ambas perspectivas están presentes en Kant. Acordamos con la
primera interpretación, que hace hincapié en una diferenciación cualitativa entre
la moral y el derecho, pero cotejamos asimismo, a partir de la Metafísica de las
costumbres
, que el derecho queda subsumido en la ética, entendiendo a ésta como
una teoría de las costumbres.

Por nuestra parte, pensamos que aún tomando la ética en su sentido restringido
–como teoría de la virtud-, ésta tiene necesariamente puntos de intersección
con el derecho. Estamos persuadidos de que cuando se trata de derechos elementales
o básicos de los seres humanos, la moral y el derecho deben coincidir.
De todas formas, y en favor de la primera perspectiva, sabemos que Kant necesita
apostar por un estado de derecho y un modelo republicano que no estén
compuestos por ángeles sino por hombres e incluso por demonios que, más allá
de sus móviles internos, inclinaciones y malos deseos, puedan regir sus conductas
por una legalidad racional independientemente de todo presupuesto moral.
Profundicemos entonces en la relación entre el derecho y la moral: ambas
disciplinas son pensadas por Kant bajo los requisitos de lo formal y lo universal.

Con respecto a la ética podemos hablar de autonomía, dado que es el propio
agente el que dictamina la ley moral
a través de una voluntad pensada como la facultad
del querer por el querer mismo, es decir, prescindiendo de cualquier objetivo
o finalidad empírica.

Kant comienza La fundamentación de la metafísica de las costumbres afirmando
que lo único que puede ser considerado bueno en sí mismo es la buena voluntad.
“Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar
nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo
una buena voluntad” (Kant, 1946: p.27).

Una voluntad que es mentada como buena en sí misma, prescindiendo de sus objetivos
o fines propuestos e incluso haciendo abstracción de lo que efectué o realice.
Ahora bien, al mismo tiempo que sostiene que lo único bueno es la buena voluntad,
percibe a la naturaleza humana no sólo desde la determinación racional,
sino también desde lo sensible. Desde esta óptica, el hombre es ciudadano de dos
mundos: un mundo inteligible determinado exclusivamente por la lógica racional,
y un mundo sensible, determinado por las inclinaciones.

Es desde esta cosmovisión que resulta necesario introducir el concepto de deber,
que no es más que la buena voluntad
, pero que surge a partir del conflicto entre
los mandatos de la razón y las inclinaciones que le son contrarias. Si el hombre
estuviese determinado únicamente por la razón, es obvio que la noción de deber
no tendría sentido. Kant incluso hace referencia a que una voluntad santa tampoco
está constreñida por deber alguno, en tanto sus máximas coinciden espontáneamente
con la ley moral.

De todos modos, hay que tener presente que Kant no pretende excluir el plano
de las inclinaciones, sino invitarnos a reprimir sólo aquellas que son contrarias
al deber, pues también hay inclinaciones que son conformes a él e incluso
neutras. Kant ejemplifica dicha perspectiva con el ejemplo de una persona ahogándose
en el río. El acto inmoral reside en no prestarle auxilio, mientras que el
acto moral consiste en socorrerlo independientemente de que sea nuestro amigo
o enemigo. En el primer caso existiría una inclinación motivada por el afecto que
obraría conforme al deber, pero el juzgamiento del acto moral como tal sólo es
justificable por el deber. Incluso tampoco se evalúa el resultado de la acción moral,
sin importar si tuvimos éxito en dicha salvación o no.

A partir de estas consideraciones Kant introduce la noción de acción moral,
entendiendo por tal toda acción determinada o realizada exclusivamente por deber.
Ahora bien, para que una acción reciba el estatuto de moralidad, necesita como
una de sus notas esenciales el requisito de la universalidad. Tal exigencia lleva
al filósofo a enunciar su imperativo categórico: “Obra sólo según una máxima
tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal.”Dicho en otros
términos, la acción moral exige que nuestras máximas, entendidas como principios
subjetivos y contingentes, puedan convertirse en ley universal, es decir, considerada
válida para todos.

Otra de las formas posibles de expresar dicho imperativo puede basarse en la
prohibición de convertirnos en una excepción. Tal aspecto guarda estricta relación
con el requisito de la publicidad, en tanto una acción que intenta evitar la luminosidad
de lo público seguramente es una acción ilegítima. De ahí su necesidad
de cultivar el secreto. La elaboración de los golpes de estado puede leerse
desde esta perspectiva.

Para hacer más comprensible el imperativo categórico, Kant se vale de una
ejemplificación al analizar la mentira: “bien pronto me convenzo de que, si bien
no puedo querer la mentira, no puedo querer, empero, una ley universal de mentir;
pues, según esta ley, no habría propiamente ninguna promesa, porque sería vano
fingir a otros mi voluntad respecto de mis futuras acciones, pues no creerían
ese mi fingimiento (...); por tanto mi máxima, tan pronto como se tornase ley universal,
destruiríase a sí misma. Es decir, se incurriría en el principio formal de
contradicción, invalidando a la mentira como tal” (Op. Cit.: p, 42).

Así como la moral tiene su imperativo, el derecho tiene el suyo, pensado también
en términos formales y universales. “Una acción es conforme a derecho
cuando permite, o cuya máxima permite a la libertad del arbitrio de cada uno coexistir
con la libertad de todos según una ley universal
” (Kant, 1994: p. 39).
Pero el derecho, diferente a la moral en este aspecto, posee como elemento
específico el ejercicio de la coerción, sin la cual no tendría ninguna eficacia.


La legislación que hace de una acción un deber y al mismo tiempo obra sólo
por deber es la acción moral, mientras que aquella legislación que incluye también
otros móviles para determinar su acción es la acción jurídica. Kant admite para el
derecho móviles patológicos, sentimientos sensibles que causan aversión, pues en
este caso subsiste la idea de la ley con carácter coercitivo. Un ejemplo para reafirmar
lo dicho sería el no asesinar al prójimo, objeto tanto de la moral como del derecho,
pero para el último caso se puede determinar nuestra conducta con relación
al móvil sensible: el miedo de ir a la cárcel y no el obrar por deber.
Otra de las instancias cualitativamente diferentes entre la moral y el derecho
es el hecho de que en el plano jurídico no pueden evaluarse las intenciones de los
agentes, sino que sólo las acciones externas que implican relaciones con los otros
son evaluables, y en este caso hablamos de legalidad.

Con respecto a la libertad, las leyes jurídicas también se refieren a la libertad
en su uso externo. Se trata de relaciones externas, de acciones de individuos que
interactúan entre sí. Tal óptica aparece también en Teoría y Práctica: “El derecho
es el conjunto de condiciones sobre las cuales el arbitrio de uno puede ser unido
al arbitrio de otro según una ley universal de libertad”
(Kant, 1964: p. 158).
Ahora bien, dicha libertad es pensada negativamente en tanto el arbitrio mío
encuentra su límite en el arbitrio del otro. De ahí que la fórmula rece: mi libertad
termina donde comienza la tuya. Libertad que es pensada, aunque no exclusivamente,
en términos de sujetos propietarios, que sólo pueden asegurar sus pertenencias
a través de un sistema jurídico coercitivo. Por tal razón, Kant enfatiza que
coerción y libertad son dos aspectos de una misma realidad e incluso una exigencia
de la misma razón.

Por otra parte, es importante tener en cuenta -y Kant tiene conciencia de elloque
el derecho es a la sociedad capitalista lo que antiguamente fue la teología al
feudalismo. Si en el segundo caso se trataba de fundamentar una idea de inmutabilidad
atribuida no sólo a Dios, sino también a los estamentos de la sociedad, en
el primer caso estamos hablando de un derecho coercitivo y también distributivo,
acorde a la movilidad que supone el concepto de clase.

A manera de conclusión podemos destacar que la relación entre la moral y el
derecho tal como éstos fueron teorizados por Kant, ha sido uno de los dispositivos
más eficaces de la lógica burguesa en tanto se instrumenta una moral pública
coincidente con un derecho externo, escindido de una moral subjetiva o particular
refugiada en la interioridad de las propiedades privadas.

Fuente:

Rossi, Miguel. “Aproximaciones al pensamiento político de Immanuel Kant”, en Atilio Borón (comp.). La filosofía política moderna: de Hobbes a Marx, CLACSO, Buenos Aires, 2000, pp. 189 – 212.