Pensadores Clásicos Siglo XVIII, XIX, XX

domingo, 8 de mayo de 2011

Realismo Clásico. Apuntes sobre Raymond Aron y Hans Morgenthau.

Texto: Raymond Aron, Paz y Guerra entre las naciones, Capitulo 5, Alianza, Madrid, 1985. 

Para Aron la política exterior es una política de poder. Aron parte del supuesto de que los Estados no reconocen ni árbitro ni ley superior a su voluntad y que, en consecuencia, deben su existencia y su 
seguridad más que a ellos mismos y sus aliados. 
Desde esta perspectiva adquiere relevancia la teoría del equilibrio. Aron
nos dice que se encuentra expresada en un texto de Hume. La fórmula más sencilla del equilibrio de poder entre los estados sostiene: 


"un Estado no debe poseer nunca fuerzas tales que los Estados vecinos se vean incapaces de defender sus 
derechos contra él".  


Según Aron la política del equilibrio obedece a una regla de sentido común y se deriva de la
prudencia necesaria para aquellos Estados que se preocupan de preservar su independencia y de no quedar
a merced de un estado que disponga de medios irresistibles.
De manera más sencilla, la política del equilibrio se reduce a una maniobra para impedir a un Estado
la acumulación de fuerzas superiores a las de sus rivales o aliados. Todo Estado si quiere preservare el
equilibrio, tomará posición en contra del estado  o de la coalición que parezca capaz de conseguir una
superioridad semejante.

Estos equilibrios pueden ser de dos tipos: Los multipolares y los bipolares.
Los modelos de política de equilibrio multipolares son aquellos en que los estados no son
extremadamente desiguales, y son relativamente numerosos. Por el otro lado en los sistemas de equilibrio
bipolares dos actores dominan la escena encabezado cada uno las coaliciones o bloques.
Equilibrio multipolar:  Como ya dijimos un sistema internacional multipolar está caracterizado por la
multiplicidad de Estados sin disparidad importante. El ejemplo más claro de este sistema es Francia
Alemania, Rusia, Inglaterra, Austria-Hungría e Italia en 1910.
Ahora bien los estados deben aplicar determinadas reglas para que este sistema funcione.

En primer lugar todos deben oponer a aceptar una monarquía universal. Por definición el enemigo
es el Estado que puede dominar a los demás. Incluso todo estado que ha obtenido ventaja de una guerra
automáticamente se transforma en sospechado para sus aliados.

Por este motivo las amistades y enemistados son  temporales. En función a este razonamiento el
Estados cuyas fuerzas aumente sufrirá la disidencia de determinado aliado.
Aron cita en línea de este razonamiento las seis reglas de Kaplan que según este autor se deben
seguir para preservar un sistema de equilibrio multipolar.

La regla número (1) dice que cada actor debe actuar en procura de incrementar sus capacidades
pero debe preferir la negociación al combate;
la regla (2) sostiene que el Estado debe combatir antes que
dejar pasar una ocasión de acrecentar sus capacidades;
La regla (3) dice que debe dejar de combatir antes
que eliminar un actor principal nacional;
la regla (4) dice que tiene que actuar de tal manera que se oponga a
toda coalición o actor individual que tienda a asumir  una posición de predominio con relación al resto del
sistema;
la (5) dice que debe actuar de manera que constriña a los actores a que suscriban un principio
supranacional de organización,
 la regla (6) dice que debe permitir a los actores nacionales vencidos a que
vuelvan a entrar en el sistema como miembros aceptables o por el contrario tiene que hacer entrar a un actor
anteriormente no esencial.

Según Aron de las seis reglas la número cuatro (4) anida el sentido puro de la política del equilibrio
para este tipo de sistema. Sin embargo el autor desliza varias críticas a este esquema de reglas racionales
para preservar el sistema.

En primer lugar Aron sostiene que es raro que en el incremento de sus capacidades los Estados no
estén a la vez modificando los recursos de sus aliados o sus rivales, como así también la actitud de estos
contra este.

Respecto a la regla de combatir antes que dejar pasar una ocasión de acrecentar sus capacidades,
Aron, sostiene que no es racional. ¿Qué quiere decir con esto? Para Aron la única vía racional de un estado
para ir a la guerra es cuando en la ecuación costo beneficio, en tanto los beneficios son mayores que los
costos. El argumento sólo de aumentar sus capacidades no justifica ir a la guerra.

Las reglas 3 y 6 tienden a contradecirse. Para Aron en un sistema multipolar, el hombre de Estado
duda en eliminar a uno de los principales actores, por cuanto elimina un actor del equilibrio pero a la vez si
igualmente aparecerá uno en su lugar, ¿Qué será mejor mantener el viejo o esperar el nuevo?
Por último Aron sostiene que de manera general estas reglas suponen un objetivo último y este es la
salvaguardia del equilibrio del sistema, la preocupación predominante de los Estados. Aron invoca a
Inglaterra como el único estados que ha actuado de esta manera durante un período de tiempo.
Para Aron estas reglas son extremadamente racionales y esconden como supuesto el hecho de que
los estados sólo obrarían con el fin de preservar el sistema de equilibrio multipolar.

Aron continúa, sosteniendo que los  estados estrictamente nacionales se consideran mutuamente
rivales, pero no enemigos mortales. Estas reglas  serían seguidas por actores perfectamente racionales
dentro de un sistema pluripolar ideal típico. Una conducta diplomática pura.
La crítica en este sentido de Aron apunta a sostener que si todo estado es un aliado posible para
otro. “Por lo cual el enemigo de hoy puede ser perdona en cuanto puede ser el aliado de mañana” no habría
razón de enfrentamiento y más aún deja de lado los sentimientos antagónicos que perduran luego de un
conflicto. No es posible que Alemania y Francia se alíen luego de una guerra.
Por ello la diplomacia del equilibrio no es consecuencia de una elección deliberada de los hombres
de Estados (estadistas), sino que resulta de las circunstancias, nos dice el autor. El equilibrio es resultado de
la prudencia antes que el bien común para el sistema.

La política del equilibrio bipolar:  Raymond Aron llama bipolar a una configuración tal de equilibrio de
fuerzas que la mayor parte de las unidades se agrupan alrededor de dos de ellas cuyas fuerzas sobrepasan
a las de las demás. El objetivo de los actores principales es el de no encontrarse a merced de un rival, pero como los

dos grandes dirigen el juego, los pequeños ni siquiera uniéndose pueden contrarrestar a uno solo de ellos.
Por ello el equilibrio aparece entre las coaliciones constituidas alrededor de cada uno de ellos.
El objetivo de cada coalición es el de impedir al otro la adquisición de medios superiores a los suyos.
En este sistema se distinguen tres actores principalmente: los jefes de las coaliciones, los estados que se
ven obligados a tomar partido y jurara fidelidad y aquellos estados que pueden y quieren permanecer fuera
del conflicto.

Los jefes deben estar atentos simultáneamente a evitar el incremento de poder del otro Grande y a
mantener la coherencia en su propia coalición. Por ello el jefe tiende a proteger a sus estados satélites,
asegurándole incluso ventajas económicas y a la vez mantiene la amenaza de sanciones sobre los disidentes
o traidores.
Está política del jefe de una coalición varia: al temeroso, protección; para quién no teme, ayuda
financiera. Sin embargo es común que el fuerte tienda a abusar de su fuerza y comienza con su largo período
de decadencia...

Dentro de las coaliciones, es bueno recordar, que  los celos entre los miembros no desaparecen.
Aquí el rol de los jefes se hacen importante, pues cada estado miembro mantiene interese desiguales.
Siendo el sistema una política de interés cada actor intentara dirigir la alianza en el sentido de sus propios
intereses. En cuanto a los estados que deciden  no-tomar partido, esto dependerá de la seguridad que
pueden alcanzar en soledad.  

Reflexiones:  Para Aron los sistemas multipolares y bipolares se diferencian en sus estados puros
solamente. En un sistema las alianzas son temporales (multipolar) en el otro son más duraderas (bipolar). En
un caso no se reconoce jefe alguno (M), mientras que en  el otro sí (B). En un sistema diversas unidades
aparecen fuera de las alianzas (M), mientas que  en el otro solo aquellos que puedan, los demás son
obligados a adherirse a uno u otro bloque (B). Y como última característica, en el sistema multipolar en
definitiva uno o dos actores terminan por predominar sobre los demás, si surge una guerra. Es decir que si
estalla una guerra en general la configuración multipolar tiende a simular una bipolar.
En cuanto a la inestabilidad de cada unos de los sistemas, Aron nos dice que no es ni más ni menos
inestable el sistema multipolar, pero que sin duda es más propenso un sistema bipolar a encarar una guerra
general.
Por ello el trazado de líneas de influencias donde cada jefe evita intervenir en el área de influencia
del otro para que un conflicto en la periferia desate una guerra de aniquilación. Cada uno inclusos evitara
incitar a la disidencia a los aliados del otro.
Algo que sobresale del texto de Aron respecto a  las disidencias es que éstas se evitan pues los
grandes rara vez tienen similares instituciones, sino que  se recrean preferencias respecto a cierto tipo de
instituciones en cada una de las coaliciones.
Luego Aron se sumerge en un análisis del equilibrio de poder en las ciudades griegas, donde
destaca puntos importantes como: "Cuando la superioridad de un estado jefe no es absoluta o aplastante se
ven arrastrados por sus aliados".
Haciendo un análisis de la historia, Aron, llega a la conclusión de que los sistemas multipolares
tienen un período de duración establecido. Por último Aron descree de las reglas que configuran sistemas de equilibrio entre Estados. No las ve como un factor racional, no es su objetivo primordial. Para el autor la única
regla universal y formal sostiene que cada actor se esfuerza por no quedar a merced de los otros. A partir de
allí actuará en consecuencia a las características del mapa: varios actores principales o dos que sobresalgan.




Realismo Clásico. Apuntes sobre Raymond Aron y Hans Morgenthau.
Lic. Ignacio Sanguinetti
Relaciones Internacionales y Comunicación
Dsiponible en: http://www.perio.unlp.edu.ar/relaciones_internacionales/realismoclasico.pdf